La lavadora, como todos los electrodomésticos, necesita una limpieza, no solo basta con asear su parte exterior, sino también es muy importante lavar su interior a fin de evitar que se dañe rápidamente, que la ropa se deteriore y no se lave bien, que las prendas huelan mal y alcanzar un excelente resultado en cada una de las lavadas.
Para lograr que la lavadora se mantenga en perfectas condiciones es fundamental hacerle una limpieza profunda regularmente, así como también se deben realizar una serie de cuidados cada vez que se utilice para que se conserve en buen estado.
Por lo tanto te daremos diversos trucos para lavar a profundidad este importante electrodoméstico y varias recomendaciones para mantenerla reluciente.
El primer paso es llenar la lavadora con agua caliente, seguidamente se le debe agregar en el cajetín de compartimiento o directamente al agua (según sea el modelo) cloro, lejía o vinagre blanco.
Luego se pone en marcha como cuando se realiza un ciclo de lavado normal. Si la lavadora posee un ciclo de auto limpieza simplemente se aprieta el botón de dicho ciclo de lavado, sin necesidad de echarle ningún otro producto.
Posteriormente pasamos a limpiar el filtro, dependiendo de la lavadora el mismo estará al lado del tambor y si no lo visualizas debes consultar el manual de uso de la lavadora, allí conocerás el lugar donde se encuentra.
Una vez hayas ubicado el filtro procedes a retirar los restos de hilo, papel, tela, pelusa u otro tipo de suciedad que se halle en él. Para realizar esta limpieza se recomienda desenchufar la lavadora.
Ahora toca lavar otro lugar no menos importante: las gomas. Allí se acumula humedad que puede convertirse en moho y además es una zona muy propensa a acumular espuma que pudiera provocar mal olor y causar una mancha blanca seca.
Si tu lavadora tiene moho o está manchada debes tomar un pulverizador y agregarle agua y lejía, con esa mezcla rocías las gomas y dejas que actúe unos cinco minutos, enseguida tomas un trapo con agua tibia y secas las juntas, finalmente con otro trapo seco limpias hasta quitar toda la humedad.
Para evitar que nuevamente las gomas se manchen sécalas con un trapo después de cada lavada.
A continuación, limpiamos el cajetín del detergente, suavizante y lejía. Su limpieza es muy fácil, solo debemos sacarlos y sumergirlos aproximadamente 10 minutos en agua tibia. Mientras tanto con un trapo húmedo se limpia el hueco donde van colocados los mismos.
Una vez transcurrido el tiempo los sacamos y con un cepillo pequeño los cepillamos a fin de quitarle los rastros de suciedad que hayan quedado adherido a ellos. Después se deben secar e introducir en su lugar.
Si los cajetines no se desmontan humedece un paño con agua tibia o vinagre y pásalo sobre los dispensadores hasta que queden impecables. Esta limpieza debe hacerse mensualmente para evitar que se acumule restos de jabón u otro producto en ellos.
Finalmente limpia la parte exterior de la lavadora con un trapo delicado que esté húmedo. Posteriormente con un paño suave debes secar por afuera todo el electrodoméstico. Se aconseja hacerlo después de cada lavada para impedir que se manche u oxide.
Si sigues todos estos consejos al pie de la letra seguramente alargarás la vida útil de la lavadora y así de esta manera te olvidarás por un largo tiempo de llamar al técnico para que le eche un vistazo a tu electrodoméstico.
Además lograrás que tu ropa siempre esté bien lavada y no agarre malos olores. Recuerda que la lavadora lava pero también debe ser lavada.
Aunque ya sabes cómo y por qué debes limpiar la lavadora, esto no es lo único importante, su mantenimiento diario también lo es. Con las siguientes recomendaciones evitarás que cuando limpies a profundidad tu lavadora no tengas tanto trabajo para hacerlo:
Dejar la puerta abierta después de lavar
Si una vez que terminas de lavar cierras la puerta de la lavadora la humedad quedará atrapada, ambiente propicio para que aparezca el moho. Es por ello que debes dejar la puerta de la lavadora abierta cada vez que laves pues así se evapora el agua que queda allí adentro.
Saca de inmediato la ropa
Cuando finalice el ciclo de lavado saca de inmediato la ropa mojada, ya que dejarla allí afecta el olor de la misma y a su vez puede perjudicar el funcionamiento de la lavadora. Así que una vez la lavadora se pare no la dejes allí.
Asegúrate de que todas sus partes permanezcan secas
Es muy importante que cada vez que terminemos de lavar dejemos todas las partes de la lavadora seca para evitar malos olores, manchas, oxidación, acumulación de sucio, entre otros.
Emplea algunos de los métodos mencionados anteriormente para que tu lavadora siga oliendo a limpio y funcione eficientemente por muchos años.