Hacemos un balance de los pros y contras de cada opción para ayudarte a elegir la solución ideal para tu hogar.
Tanto la cortina como el estor aportan funcionalidades clave para hacer una estancia confortable, al margen de ser unos elementos fundamentales a la hora de definir su estilo. En sitios de referencia como la tienda online de cortinas y estores Alker se pueden encontrar infinidad de propuestas para ambas opciones, pero la duda puede surgir por cuál de las dos soluciones decantarse.
En este post vamos a intentar arrojar luz al respecto, sopesando los ventajas e inconvenientes respectivos de cortinas y estores.
Ventajas de las cortinas
Uno de los principales puntos a favor de las cortinas es su adaptabilidad a todo tipo de ventanas, quedando además particularmente bien cuando se trata de cubrir grandes ventanales.
Además, también resultan bastante polivalentes en cuanto a las telas en las que pueden ir elaboradas, que abarcan prácticamente cualquier tejido, con lo que ello supone a la hora de poder personalizar las cortinas totalmente a nuestro gusto.
Con todo, si no las queremos con unas telas determinadas, también podemos encontrar infinidad de alternativas en catálogos de cortinas ya confeccionadas, lo que hace también que sea sencillo renovarlas si es necesario hacerlo con urgencia.
Asimismo, otro aspecto a su favor muy importante es el aislamiento que aportan tanto acústico como térmico, que conjuntamente repercuten en la calidad de vida en el hogar, y el segundo además resulta clave para poder tener un vivienda más eficiente con mínimas fugas energéticas, que hará que se tenga que tirar menos de sistemas de climatización en verano e invierno, con lo que ello implica en ahorro.
Contras de las cortinas
En el otro lado de la balanza, estaría la gran cantidad de tela que incorpora siempre una cortina, lo que tiene derivadas negativas que afectan desde al precio hasta a la facilidad de instalación o mantenimiento.
También, ocupan mucho espacio, que va más allá del de las ventanas al extenderse por sus laterales. A lo que se suma que reducen más la entrada de luz, lo que quita calidez a las estancias, mientras que su mayor aparatosidad puede hacer que no quepan en la lavadora y haya que recurrir a la tintorería para lavarlas, algo que encarece su mantenimiento, al margen del inconveniente que supone tener que llevarlas y traerlas de allí.
Ventajas de los estores
Cuando hablamos de estancias pequeñas, los estores son una solución bastante funcional, ya que al quedar pegados a la ventana no se comen espacio. Además, se trata de un elemento de apariencia más liviana y minimalista que la cortina, por lo que no sobrecargan visualmente habitaciones de reducidas dimensiones, ayudando por tanto a ganar en sensación de amplitud.
Igualmente, los estores resultan ideales para ventanas irregulares de morfología o tamaño poco convencionales, dado que se adaptan totalmente a ellas. De ahí, que su utilización sea recurrente en modalidades de ventana angulares, triangulares, etc.
Además, al precisar menos tela que las cortinas, como señalábamos antes, su precio resulta apreciablemente más barato cuando se trata de confecciones en tejidos de alta calidad.
A todo ello, hay que añadir que los estores modulan mejor el paso de la luz, permitiendo regular de manera más precisa su incidencia en las estancias, para tener en cada momento el ambiente lumínico deseado. Ello obedece a la posibilidad de ajustar a medida su despliegue, con el grado exacto de apertura para obtener la luminosidad requerida.
También, los estores suelen ser más fáciles de lavar, particularmente los que carecen de varillas. Así, se pueden desmontar sencillamente y ponerlos en la lavadora, lo que ayuda a mantenerlos siempre limpios y sin malos olores, algo que puede resultar más complicado en el caso de las cortinas como destacábamos antes.
Contras de los estores
El primer inconveniente más evidente de los estores es que no son adecuados para balconeras y ventanas con sistema de apertura practicable u oscilo-batiente, ya que estas al abrirse hacia el interior tropiezan con el estor adherido, haciendo que sea muy incómodo abrir la ventana cuando no imposible directamente.
Además, los estores al recogerse en la parte superior precisan de un espacio disponible encima de la ventana, por lo que en casas de techos muy bajos esto puede ser un inconveniente insalvable a la hora de poder de instalarlos.
Como puedes comprobar, hay varios aspectos que conviene sopesar a la hora de decantarse por las cortinas o los estores para vestir las ventanas del hogar. Con todo, siempre va a ser aconsejable consultar en tiendas especializadas las distintas alternativas que pueda haber en modelos, ya que es posible que se den variaciones relevantes en cuanto a funcionalidad y adaptabilidad.
Esperamos que este balance sobre pros y contras tanto de cortinas como de estores te haya ayudado, y que puedas elegir la opción que mejor te vaya para las estancias de tu hogar.