Para poder hacer una reforma de la casa es necesario contar con unos buenos ahorros pero eso no lo es todo. Te contamos cómo puedes ahorrar en la reforma de la casa, qué hacer si aparecen gastos extras y cómo organizarte económicamente para este objetivo.
Daniel Mccullough – unsplash
¿Qué vas a actualizar?
Uno de los primeros pasos es tener claro qué es lo que vas a reformar y qué no pero, a su vez, también es importante que tengas en cuenta las implicaciones que tiene esto para el resto de ese espacio. Por ejemplo, la reforma de un baño antiguo puede requerir no solo un cambio de imagen (azulejos, pintura, mobiliario) si no que también sería recomendable comprobar el estado de las tuberías y del cableado para tenerlo todo actualizado. ¿Te imaginas que tras darle una imagen bonita y nueva se inicie una derrama? No serías el primero ni serás el último.
Esto mismo se traduce a todos los espacios del hogar, donde no solo las tuberías pueden suponer un hándicap, también el sistema eléctrico.
Pide varios presupuestos
Sin lugar a dudas éste es un paso que no puedes saltarte. Si conoces o te han recomendado a algún profesional no dudes en consultarle, escuchar sus propuestas sobre la reforma que tienes en mente, sus recomendaciones y pedirle un presupuesto detallado tanto de tiempo como de costes para que puedas evaluar cuál te conviene más.
Igualmente, también será necesario que le preguntes si es posible que tú te encargues de ciertos materiales de obra para que puedas valorar qué te conviene más. Por ejemplo, hay profesionales que solo trabajan con unos proveedores concretos pero puedes encontrar productos muy similares en otras marcas y a un coste mucho menor. Puede compensarte sin lugar a dudas, ya que te reajustará el presupuesto inicial.
Materiales
Siguiendo la idea propuesta en la sección de presupuestos, si ves que hay algún material que te sale mucho más barato que el propuesto por el profesional, nunca está de más en que hagas un pequeño estudio sobre qué características ha de tener cierto producto para considerarse de buena calidad. Por ejemplo, en los suelos podéis encontrar una grandísima variedad de precios para materiales de alta calidad en función de la empresa – marca en la que preguntéis.
Es importante que optes por los mejores materiales que te puedas permitir, es decir, no los más caros, si no los que te ofrezcan mayor durabilidad y resistencia. Esto es un indicador favorable a que pasará mucho más tiempo hasta que haya que hacer un cambio.
Y siempre compra material de más, esto es importante por si hay que hacer algún cambio en el futuro. Al igual que puedes negociar un descuento por volumen.
Ayuda o subvención
Antes de lanzarte a la reforma de tu vida pregunta en tu comunidad o ayuntamiento si hay alguna ayuda o subvención a la que puedas optar. Por ejemplo, si parte de tu reforma integral es el cambio de ventanas en años anteriores ha habido el «plan renove» que puede abaratar los costes; igualmente esto se puede dar por el cambio de caldera, mejora de aislamiento, etc.
Infórmate bien de si estas ayudas están o cuándo se prevén que salgan para que puedas ver qué requisitos se requieren y te adaptes a ellas.
¿Cuándo hacer la reforma?
Dicen que es más caro hacerla en verano pero que también es más barato porque puedes hacerlo coincidir con las vacaciones o irte a vivir a una segunda residencia, lo que también abarata que tengas que buscarte un hotel para vivir allí mientras tanto.
Gastos extra e inesperados ¿es posible?
Dependiendo de qué tipo de acuerdo hayas llegado con el profesional o empresa de reformas es más o menos posible. Por ejemplo, hay quien da presupuesto en función de la obra o servicio a realizar, otros que lo hacen en función de los días que vayan a echar allí. También puede haber algún gasto inesperado o que a última hora decidas que es mejor añadir algo más a la reforma para evitarte más suciedad y días fuera en el futuro.
En estos casos, si ya habías ajustado tus ahorros a la reforma inicial, es importante que sepas que puedes encontrar distintas opciones de financiación, como un crédito rápido, hipotecas para reforma o préstamos que pueden hacer que este gasto extra sea más llevadero. Eso sí, es fundamental que dediques tiempo a estudiar las condiciones y valores si realmente es una buena opción para ti y tu economía.