Las casas pasivas no son una cuestión de futuro, si no que hoy día ya se trabaja porque los edificios nuevos, así como los antiguos, se acerquen cada vez más a las ventajas que aporta una casa pasiva o passivhaus. En este artículo os contamos con más detalle.
Foto: Idealista
¿Qué son las casas pasivas?
Tanto las casas pasivas, o passivhaus, y los edificios de consumo casi nulo también comienzan a tener mayor presencia en España. Son construcciones originarias del norte de Europa y que se están extendiendo a todos los países.
Una casa pasiva es una vivienda eficiente, lo que quiere decir que está diseñada para reducir al máximo su consumo energético como edificio, a la par que reduce sus emisiones de CO2 y ha de ser sostenible, mediante estrategias de diseño global.
La diferencia con los edificios de consumo casi nulo es que, mientras la casa pasiva intenta reducir al máximo la demanda energética, los edificios de consumo casi nulo apuestan por un consumo de energías de fuentes renovables que ha de generarse en el propio edificio o en el entorno. Ambos tipos de edificaciones cuentan con un nivel de eficiencia energética muy alta y un consumo de energía casi nulo, o muy bajo.
Pilares de una casa pasiva
Cuando hablamos de casas pasivas quiere decir que son viviendas nuevas que se diseñan bajo esta premisa y han de respetar minuciosamente cada uno de los pilares para que funcione todo correctamente. Esto pilares serían: aprovechamiento de la envolvente térmica del edificio, sistemas de ventilación, hermeticidad, estanqueidad y aislamiento. Todas ellas están ligadas intrínsecamente y son las que permiten que el consumo energético del edificio y su huella medioambiental sea enormemente menor.
Algunos puntos a cuidar serían:
Aislamiento térmico
El aislamiento térmico es fundamental para poder aislar la casa del exterior, tanto del frío del invierno como del calor del verano. Este aislamiento se coloca en cubiertas, cerramientos y muros, lo que se traduce en que la envolvente del edificio mejora sus prestaciones térmicas.
Puentes térmicos
Se dice que hay que evitar puentes térmicos puesto que a través de ellos se pierde temperatura. Por ello, a la hora de construir una vivienda, es importante detectar dónde se encuentran estos puntos débiles en la estructura.
Hermeticidad
Los cerramientos van de la mano de la envolvente del edificio. Si apostamos por unas ventanas de triple acristalamiento, unas puertas que aíslen correctamente y si aseguramos que se produce una correcta instalación, entonces podemos hablar de que se produce un buen aislamiento y permite evitar la pérdida de temperatura. Además, la orientación de dichas ventanas también será clave para conseguir una temperatura agradable en el interior durante todo el año.
Ventilación mecánica controlada
Se trata de una ventilación mecánica con recuperación de calor de alto rendimiento que permite que a través de la ventilación se obtenga una mayor energía dentro del propio edificio y se obtiene un aire climatizado, lo que evita la pérdida de temperatura deseada.
Requerimientos de una casa pasiva
Lo que actualmente se está exigiendo en España en lo referente a casas pasivas es que no haya una demanda mayor de energía de 15kWh/m² al año para calefacción y/o refrigeración. Si lo pensamos en referencia a todos los consumos que puede conllevar el uso de una vivienda (más electrodomésticos, por ejemplo), el edificio no ha de superar una demanda de 100 kWh/m² al año.
Para que se pueda hablar de una vivienda pasiva la hermeticidad al paso de aire ha de ser de n50 menor o igual a 0,6 renovaciones/hora. Esto no solo se traduce en una reducción de consumo si no también ofrece un buen aislamiento acústico, lo cual es maravilloso en las grandes ciudades donde sufrimos de contaminación acústica.
Si todo lo anterior se cumple y hablamos pues de una casa pasiva, el ahorro en la demanda energética es de hasta un 90%, un porcentaje que puede cambiar muchísimo el panorama medioambiental, puesto que el 40% de la energía que se consume en la Unión Europea corresponde a los edificios.
