Para mantener en buen estado el césped artificial de tu hogar es importante que conozcas qué tipo de cuidados son necesarios, qué productos puedes usar y cuáles tienes que evitar a toda costa, a la vez que es importante que conozcas cómo limpiar el césped artificial para que no se dañe ni acumule suciedad. Te contamos todo lo que necesitas saber para tenerlo como nuevo.
Qué productos usar para cuidar el césped artificial
Una de las grandes ventajas que aporta el césped artificial es que no requiere del mismo mantenimiento que un césped natural, a la vez que puedes colocarlo en zonas donde no saldría césped como puede ser el balcón de un piso o la pared de una terraza. Por ello, cada vez son más hogares los que lo escogen, puesto que no sólo es un elemento relajante si no también decorativo.
El higienizador es un producto que se vende en formato de spray que te sirve para evitar las bacterias del césped y los virus. Este tipo de producto suele venderse rebajado en agua para no dañar el césped, pero siempre te recomendamos que leas las indicaciones del fabricante antes de comprar o de utilizarlo. Verás que muchos de ellos suelen venderse con algún aroma, como puede ser olor a césped recién cortado.
La arena de sílice es fundamental para el cuidado y el mantenimiento en buen estado del césped artificial, pues va a ser la que sostenga el césped erguido y le dé un aspecto natural. Es recomendable que tengas algún paquete en casa para reponer o rellenar los huecos que puedan quedar vacíos.
Si quieres potenciar la sensación de tener un césped natural en tu casa lo que puedes hacer es estimular también el resto de los sentidos, como es el olfativo. ¿Sabías que existe un perfume de césped natural? Esta fragancia está diseñada para este tipo de espacio, suele venderse como pulverizador y el aroma que ofrece es de césped recién cortado.
Para mantener el césped erguido y limpio puedes usar un cepillo de cerdas duras de plástico, una rastrillo y una barredora peinadora específica para césped artificial.
Qué puede dañar el césped artificial
Os recomendamos no experimentar con vuestro césped artificial puesto que podéis encontraros que hay productos que no dañan al momento la calidad del mismo pero sí que afectan a largo plazo, reduciendo la calidad y esperanza de vida del suelo artificial.
Por otra parte, hay productos químicos de uso habitual para la limpieza, como puede ser la lejía, amoniaco o fregasuelos, que pueden ser muy dañinos para el césped, puesto que pueden provocar decoloraciones y daños en las fibras. Así que se recomienda no limpiar el suelo con ninguno de ellos.
Evita utilizar excesiva agua para limpiar o refrescar el suelo, ya que puedes dañar la arena y el estado de la misma. Por ejemplo, a la hora de limpiar el césped si os encontráis un chicle pegado la mejor opción es aplicar hielo en la zona para que se endurezca y después lo retiréis, no que le deis con toda la presión del agua.
No aparquéis encima del césped artificial y tened cuidado con el mobiliario que coloquéis encima del mismo para que no desplacéis la arena ni dañéis las fibras del césped.
Cómo limpiar el césped artificial
Curiosamente, limpiar el césped artificial requiere de unos cuidados muy similares al de cualquier otro tipo de suelo, por lo que verás que no es complicado ni requieres de productos difíciles de encontrar y, a la par, verás cómo el césped artificial es muy agradecido y su vida útil se alarga con unos cuidados sencillos.
Para poder retirar el polvo y cualquier otro resto que se haya acumulado en el césped artificial lo único que necesitas es cepillarlo con un cepillo de cerdas duras y largas de plástico de forma periódica, siempre en el sentido contrario a la dirección de las fibras sintéticas. Si lo haces de esta manera, verás que va recuperando su posición erguida y se parece mucho más a un césped natural, a la vez que se redistribuye la arena.
Otra de las opciones disponibles para la limpieza de tu césped es el agua, pudiendo regar de vez en cuando (una o dos veces al mes) para limpiar bien las fibras. A su vez, el agua va a ser clave para renovar la humedad de la arena, refrescar el césped y que tenga un mejor aspecto. Durante el invierno es importante que tengas en cuenta que está desaconsejado el riego cuando la temperatura baje de cero, ya que si hiela se va a deteriorar la base del látex, reduciendo la esperanza de vida del césped.
Para evitar que puedan proliferar insectos o bacterias en el césped se recomienda el uso de algún higienizador no agresivo, es decir, que no tenga un alto contenido en productos químicos para que no se decolore.
Comprueba, redistribuye y repón en caso de ser necesario la arena de sílice. Hace unos pocos pasos te hemos indicado que cepillando el césped puedes conseguir que se redistribuya correctamente la arena pero, muchas veces, efectos externos (tiempo, agua, viento) pueden hacer que haya zonas donde haya escasez y se requiera de la reposición de la misma. Sólo tienes que cepillar, regar y reponer la arena en donde sea necesario. Este paso va a ser importante, porque la arena facilita que se mantenga erguido el césped y tenga un aspecto más natural.
Para mejorar la estética del jardín, como bien sabes, es preferible que recojas cualquier hoja que pueda acabar sobre el césped, cualquier resto de comida o bebida. Las hojas se pueden retirar fácilmente con el rastrillo, si tienes muchas hojas o es una gran superficie de césped valora la opción de comprarte un soplador de hojas. En cuanto a los restos orgánicos es importante que limpies la superficie para que no se manchen las fibras, sólo tienes que usar agua y jabón, aclarar la zona y como nuevo.