La luz está más cara que nunca. A pesar de las medidas recientemente adoptadas, lo cierto es que el precio a pagar por kWh sigue siendo desproporcionado. Así pues, no es de extrañar que tantos consumidores estén haciendo todo lo posible con tal de ahorrar en su factura de la luz. ¿También es tu caso? Entonces pon en práctica las siguientes recomendaciones.
Sustituir las luces halógenas por LEDs
Poco a poco las luces halógenas van pasando a ser historia en la mayoría de los hogares. Aun así, algunos propietarios e inquilinos todavía se resisten a dar el paso. No dejes que sea tu caso, puesto que sustituirlas por LEDs proporciona múltiples ventajas relacionadas con el ahorro económico.
Para comprender lo mucho que puedes llegar a ahorrar presta atención al siguiente ejemplo. Supón que en tu hogar tienes una bombilla basada en la tecnología halógena cuya potencia es de 60W, pero decides sustituirla por otra que es de tipo LED. Si la bombilla LED es de 9W, la iluminación seguirá siendo realmente buena sea cual sea la estancia que pretendas ver a la perfección con luz artificial. Sin embargo, la factura energética se reducirá en un porcentaje de 85 puntos.
Teniendo en cuenta que muchas de las bombillas acostumbran a estar encendidas durante una gran cantidad de horas, el ahorro acaba siendo más que notable en caso de sustituir todas las bombillas halógenas por otras que funcionan con tecnología LED.
El ahorro no termina aquí. Y es que adicionalmente no puede pasarse por alto otro aspecto positivo que debes tener en cuenta: las bombillas halógenas tienen una vida útil que ronda una media de dos mil horas. Por el contrario, las de LED multiplican dicho valor por diez.
Es decir, tras comprar una bombilla LED te asegurarás de que proporciona luz a lo largo de un total que superará las veinte mil horas. El resultado es si cabe mejor depositando la confianza en leonleds, una marca de referencia online en el sector de la iluminación LED.
El ahorro es tan fácil como apagar los dispositivos que tienen luces de stand-by
Si bien es cierto que la iluminación LED supone un gran ahorro frente a la tradicional, toda aquella luz que puedas mantener apagada supondrá pagar todavía menos incluso si está basada en dicha tecnología. Es precisamente lo que sucede con multitud de dispositivos como los televisores y las barras de sonido.
Algunos aparatos tecnológicos, por medio de una pequeña luz, indican que se encuentran conectados a la corriente y que puedes encenderlos pulsando el botón de un mando a distancia. Aunque es un punto lumínico muy pequeño, si se multiplica por varios de ellos a lo largo de los meses acaba suponiendo un gasto perfectamente evitable.
Para impedir que se produzca dicho gasto, simplemente apaga por completo los dispositivos para que no muestren ninguna luz de stand-by. Eso sí, ten en cuenta que algunos de ellos conviene que sí permanezcan activos. El mejor ejemplo posible es el de los televisores OLED, los cuales aprovechan la corriente eléctrica para hacer una limpieza automática del panel cada ciertas horas con tal de evitar los quemados.
Ventilar la casa de manera adecuada te permite ahorrar al usar menos la calefacción o el aire acondicionado
La última clave para ahorrar en tu factura de la luz se resume en una acción que parece sencilla, pero muchas personas no la realizan regularmente. Se trata de ventilar la casa, aunque conviene hacerlo de forma adecuada.
Es decir, en plena estación veraniega no abras las ventanas hasta que sean las nueve de la noche, cerrándolas justo al despertarte por la mañana. Por otra parte, en invierno ábrelas solo diez minutos al día y ten las persianas subidas para que la luz del sol incida en el interior del domicilio.
