La terraza privada de los áticos suele ser una absoluta maravilla pero ¿tienes que esperar al buen tiempo para poder disfrutar de ella? Te compartimos algunas ideas para acristalar tu ático sin perder diseño, mejorando el confort y la seguridad del lugar.
Primero: Valorar las opciones
Las razones para cerrar la terraza de un ático pueden ser muy diversas: ganar espacio porque el salón se haya podido quedar pequeño o se necesite una nueva estancia, mejorar la climatización en casa, evitar la excesiva humedad del invierno, disfrutar de la terraza todo el año, etcétera. Pero, eso sí, una vez que se ha tomado la decisión de llevarlo a cabo es necesario poder valorar las opciones disponibles para dar con la mejor solución para cada caso.
Desde Vitroglass lanzan una pregunta que me ha parecido muy interesante y orientativa ¿Quieres que sea una habitación más de la casa o prefieres poder abrirla por completo cuando tú quieras? Es decir, antes de ponerte a acristalar la terraza, es fundamental que tengas bien claro cuál es su finalidad porque variará el tipo de cerramiento recomendado.
También es importante que consultes en el ayuntamiento donde está ubicado el ático si es posible llevar a cabo dicha reforma. Por norma general, los cerramientos que no influyen en la fachada y que no requieren de obra para su instalación no suelen requerir permiso ni licencia. Una vez tengas esto solucionado, tendrá que aprobar el cerramiento la comunidad de vecinos.
Segundo: No pierdas vistas
Generalmente, la vista que ofrece un ático suele ser espectacular y amplia, vamos, que es uno de los grandes atractivos de estos inmuebles. Por ello, una de las opciones que me parecen más interesantes para no sacrificar el paisaje es el acristalamiento panorámico.
En esta opción se colocan unas cortinas de cristal que no suponen un obstáculo visual con el mundo exterior, pues no tienen ni marcos ni perfiles entre sí. De esta forma, no pierdes ni en luminosidad, ni en sensación de amplitud ni en vistas.
Si quieres mantener por completo esa sensación de estar en el exterior pero sin sufrir las inclemencias del tiempo, puedes combinar el acristalamiento panorámico con un techo de cristal. El resultado es impresionante a todos los niveles, tanto de diseño como panorámico.
Además, si lo que necesitas es más intimidad puedes optar por unas cortinas de cristal que, en lugar de transparentes, sean translúcidas, opacas o con control solar.
Tercero: Tipos de cerramientos
Una vez que ya tienes todo pensado y solucionados los puntos administrativos, llega el momento de elegir qué tipo de cerramiento es el ideal para tu ático.
- Permanente. Si no necesitas disfrutar de una terraza al aire libre, éste es el cerramiento perfecto. Se trata de un cerramiento fijo, permanente, que eliminar el espacio exterior. Con él puedes ganar más espacio para tu casa, eliminar las pérdidas de calor o de frío en verano, adiós a las humedades, etc.
- Parcial. En el caso de que quieras tenerlo todo, contar con una parte de la terraza cerrada para poder disfrutar de estar afuera sin pasar frío o un excesivo calor, o si quieres ganarle más metros a la casa pero no quieres renunciar a una terraza al aire libre, ésta es la manera de contar con ambas cosas. Solo tienes que cerrar una parte.
- Modular. ¿Sabías que puedes cerrar por completo, o parcialmente, la terraza y volver a disponer de ella completamente abierta sin tener que hacer obra nuevamente? El cerramiento modular te permite abrir y cerrar el espacio según lo necesites.
Con cualquiera de estas opciones puedes seguir poniendo las cortinas de cristal, pues se hacen a medida en base a las necesidades de cada cliente. Además, puedes elegir que sean cortinas de cristal corredera o abatibles y móviles, con un techo fijo o un techo móvil manual o incluso automático, etcétera.
El nivel de personalización es amplio, por lo que puedes escoger multitud de pequeños y grandes detalles para conseguir el ático de tus sueños.
