El jardín es un espacio que marca la diferencia en cualquier casa. De hecho, a raíz de la pandemia ha adquirido una relevancia aún mayor, como demuestran los datos aportados por las inmobiliarias, que indican que la demanda de viviendas con espacio exterior se ha disparado.

Si tienes la suerte de disponer de uno en tu hogar, sabrás por experiencia que el verano es la época de mayor disfrute. Pero para que eso ocurra, es necesario realizar una serie de cuidados durante la primavera y a principios de otoño. En las siguientes líneas te planteamos 7 prácticos consejos.
4 tareas de protección
Situémonos en el final del verano y el principio del otoño, cuando los días son cada vez más cortos y frescos. Toca preparar tu jardín para el invierno, época en la que probablemente no uses este espacio por el frío y el mal tiempo. Pero es un momento fundamental para realizar las siguientes tareas, que te permitirán conservar mejor el mobiliario del jardín:
- Limpia a fondo todos los elementos, pues las manchas que permanezcan en ellos durante el invierno serán difíciles de retirar meses después.
- Cubre mesas, sillas y mobiliario similar: el objetivo más evidente es protegerlos de la lluvia, pero aún más importante es protegerlos de los rayos UV, que decoloran su superficie y dañan los materiales.
- Pon a resguardo todo lo que puedas: aunque creas que una funda puede ser suficiente para proteger tu mobiliario de la lluvia, la humedad es más difícil de controlar y puede colarse por cualquier rendija. Por ello, si tienes la posibilidad de resguardarlos bajo techo o incluso en un espacio interior (garaje, por ejemplo), siempre será más recomendable. Además, en un interior, donde la temperatura es más constante, evitarás deformaciones y dilataciones.
- Desmonta tus muebles: si tus elementos de jardín son fácilmente desmontables, es recomendable conservarlos de esa manera mientras no se usen, con el fin de evitar la oxidación en juntas y daños similares.
3 consejos para poner a punto tu mobiliario
Cada mueble de jardín es un mundo, pero en líneas generales hay tres tareas que puedes aplicar a todos ellos en la fase de preparación para el verano, es decir, durante la primavera:
- Aplica un tratamiento adecuado para la madera puesto que, de repente, se va a ver sometida a temperaturas más altas, a la presencia de insectos y a la exposición directa a los rayos solares. Infórmate del barniz, aceite o antixilófago más adecuado para tu madera.
- Repara grietas y roturas: por culpa de las dilataciones, se pueden producir este tipo de desperfectos, principalmente en maderas y plásticos. Para ello, necesitarás un pegamento especialmente indicado para exteriores.
- Realiza una limpieza: por un lado, una como la mencionada en este post sobre el césped artificial y, por otro lado, una limpieza desoxidante. En relación con esta última, ten en cuenta que, a pesar de haber limpiado a fondo el mobiliario en otoño, lo más probable es que en primavera encuentres algunos elementos metálicos algo oxidados. En ese caso, será conveniente aplicar productos desoxidantes para devolverles lustre y, en algunos casos, incluso funcionalidad.
En resumidas cuentas: para disfrutar de tu jardín en verano, deberás realizar, en otoño y primavera, las tareas que te hemos explicado aquí para el mantenimiento y el cuidado del mobiliario. Te llevarán poco tiempo y lo agradecerás todo el año.